Graciana Petrone para www.elfisgondigtal.com
El maestro Horacio Ferrer visitó la ciudad en el marco de un convenio firmado entre la Academia Nacional del Tango y la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Lo hizo con el propósito de formalizar la inclusión del tango en los planes educativos y también para adelantar contenidos de su próximo libro, “Mil versos para Picasso”. La edición, que forma parte del plan para anexar el mítico arte popular a la enseñanza superior, contiene cien poemas íntegramente dedicados al pintor español y acompañados por ilustraciones de su esposa, la artista plástica Lulú Micheli. Participaron del panel junto al compositor y poeta el rector de la UNR, Darío Maiorana y el titular de la Academia Nacional del Tango de Rosario, Miguel Jubany, quien expresó: “El tango no tiene que ser estudiado sólo desde la música, el baile, el canto y la poesía sino también – como dice la ley Nacional – a través de las ciencias conexas: la historia, la antropología o la psicología”.
La intención de incluir al tango en la enseñanza superior representa un punto de inflexión muy importante para las actividades universitarias. “En la escuela de psicología están trabajando para brindar una serie de charlas con el fin de acercar a los alumnos al tango”, dijo Jubany. Por lo que aseguró que resultará un material muy productivo en los planes de estudio.
“Se puede hacer – expresó Ferrer – una obra de enseñanza, de transmisión de conocimiento y de ubicación del tango en la historia argentina. Es un protagonista siempre, un poco atorrante y bohemio, pero protagonista al fin”. También, contó que hace varios años que la Academia Nacional del Tango de Buenos Aires dicta seminarios para el sector universitario donde abordan la música, la cultura tanguera y las letras del arte popular.
Horacio Ferrer es autor de innumerables letras de canciones, entre ellas, la inconfundible “Balada para un loco” o “Chiquilín de Bacín” – inmortalizada en la voz de Roberto Goyeneche, entre muchas otras. Además, es el máximo difusor del tango en el mundo. Realizó ensayos de investigación los cuales fueron traducidos a varios idiomas y presentados en las bibliotecas más importantes del mundo, entre los que se destaca, tal vez su obra más paradigmática, “El siglo de oro del tango”.
“Mil versos para Picasso”, de Madrid a Rosario
Portadores de una sencillez y calidad humana admirables, el maestro Ferrer y su esposa Lulú – como él la llama – dialogaron en forma exclusiva con esta cronista, a la que contaron algunos entretelones cotidianos que forman parte del incansable trabajo que ambos realizan por el arte y la cultura popular, como así también sobre su nuevo libro.
La génesis del libro “Mil veros para Picasso” tiene una historia muy particular, ya que los dibujos que acompañan a cada uno de los poemas del tanguero fueron presentados en los centros culturales más importantes del mundo, con excelentes críticas. Micheli contó que hace unos años realizó una puesta titulada “De Lulú para Picasso” en la madrileña Galería de Arte Annta, ocasión en la que su esposo recitó poesías con el acompañamiento del pianista español Yaco González.
“Al principio la dueña de la galería no estuvo muy de acuerdo con que yo exponga mis trabajos porque no era conocida en España – confesó Micheli - pero como digo siempre, tengo al suerte de estar al lado de un grande, como es Horacio”. Las palabras de la pintora no hacen más que confirmar su carácter humilde, dado que las críticas recibidas por los principales diarios de arte madrileños fueron impecables respecto a sus obras, a las que catalogaron como “verdaderas visiones picasianas al modo de la propia Lulú” y representadas bajo “un arte figurativo y surrealista”. También, contó que posteriormente se mostraron en París y Florianópolis pero que parte todo del trabajo de su marido “ya que mientras él escribía sus versos” ella “dibujaba y pintaba”.
El existencialismo del tango y el surrealismo de Micheli
Resulta intrigante imaginar la convivencia del existencialismo tan real del tango con el surrealismo de Micheli, y como tal, con las características tan irreverentes propias de ese movimiento y tan dispares entre sí. AL respecto, Ferrer dijo: “Conocí a Lulú durante una exposición de ella en el bar La Poesía de San Telmo y me metí en un mundo de pintor. Aunque he sido dibujante, dejé de pintar cuando me enamoré de ella porque la pareja no debe competir. Ella hace su pintura y yo mi poesía y se complementan y se armonizan perfectamente”.
La vida del matrimonio Ferrer está signada por el arte desde que comienza el día. Ambos contaron que “se separan al mediodía se vuelven a juntar a la noche”. “Lulú trabaja en su taller que tiene en Barracas porque vivimos en un departamento muy chiquito, aunque con una vista que llega hasta las costas del Uruguay, aún así, compartimos muchas cosas juntos”, finalizó.
Hola Gra, me gustó esta nota. Me hizo recordar algo que escuché por ahí, alguien relacionaba la cultura del pueblo negro en Argentina junto a la génesis cultural del Tango, sus vínculos, etc. Sería muy interesante escuchar lo que tienen para decir los historiadores y especialistas de otras ciencias sobre esto. Saludos. Beso.
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