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domingo, 23 de agosto de 2009

Homenaje de Alma Maritano al uruguayo Juan Carlos Onetti


“En mi infancia comencé a mentir, regresaba a mi casa contando aventuras que nunca habían ocurrido. Creo que el escritor empezó ahí, mintiendo y después lo seguí haciendo en todos mis libros”, Onetti (1960).

por Graciana Petrone

En el marco del centenario del escritor Juan Carlos Onetti, nacido en Montevideo el 1º de julio de 1909, la reconocida poeta Alma Maritano se sumó a los recordatorios realizados en distintas partes del mundo. El martes 14 de agosto, el Centro Cultural Bernardino Rivadavia fue el escenario de un emotivo acto que condujo al público presente a un especial encuentro con la narrativa, vida y obra del uruguayo. Participaron de la velada la cantante de tangos Inés Santarelli y Luciano Tamous, quien leyó fragmentos de algunos de los trabajos del autor conmemorado.

La bohemia, el tango, una narrativa intensa y fascinante, la amistad de Onetti con Roberto Arlt, la influencia de Faulkner en la literatura latinoamericana y la “particular” personalidad del uruguayo, fueron parte de los temas desarrollados por Maritano.

“Vargas Losa dice que la literatura de Onetti es crapulosa y verdaderamente ese es el adjetivo perfecto. Todos su escenarios y personajes rondan lo marginal, lo delictivo, lo abúlico…pero hay que pensar que está sumamente influido y fascinado por William Faulkner. De él toma varios recursos, sobre todo la multiplicidad de los puntos de vista, donde hay tragedias y mucha oscuridad interior”, expuso Maritano.

La influencia de la literatura innovadora de Faulkner
La presentadora explicó también, que el estadounidense no sólo influyó en Onetti sino en otros autores de lengua hispana: “Faulkner Inventa un lugar que es Yoknapatawpha, a su vez García Márquez idea Macondo. Onetti hace lo mismo e inventa Santa María, pero no es sólo que fabula un lugar, sino que hace que a su vez los personajes de su novela inventen a otros personajes, que se convierten en reales y se olvidan que son inventados”.

Así, fieles a las técnicas literarias innovadoras de Faulkner, los más mentados escritores latinoamericanos utilizaron en sus obras recursos tales como el monólogo interior, la inclusión de múltiples narradores o puntos de vista y los saltos en el tiempo dentro de la narración. Según Maritano, los personajes de Onetti se mueven sin rumbo fijo, en una realidad imaginaria y no portan sentido del futuro, aunque en la narrativa de Faulkner, en cambio, existe una tradición de valores muy fuerte. “Al igual que en Roberto Arlt, donde el rufián, el prostibulario o el preso tienen delirios de proyectarse hacia un futuro y de inventar algo que pueda ser útil para los demás. En Onetti, no hay pasado ni proyectos”, afirmó.

Tango de fondo para una lectura intensa
La cantante Iris Santarelli interpretó cuatro temas tangueros que se intercalaron con los fragmentos de las obras de Onetti leídos por Tamous. Entre los espacios que dejaban la música y las lecturas, Maritano contó aspectos de la vida del uruguayo: “Además de ser algo taciturno y noctámbulo, era amante del tango y un asiduo concurrente a los locales nocturnos y arrabaleros de la época, además de que vivió un largo tiempo en Buenos Aires a mediados de la década del 50”.

“Tiempo de abrazar”, una novela extraviada
La poeta relató que Onetti era un gran admirador de Roberto Arlt, dado que ambos tenían la misma temática, los mismos personajes, se sentía como hermanado con él y es por eso que le entregó la novela “Tiempo de abrazar”, para someterla a su mirada.

“En ese momento Arlt tiene el poder de estar detrás del escritorio de la redacción del diario "El Mundo" y de ser un periodista importantísimo, la hojea apresuradamente y Onetti se ofusca porque cree que el argentino no la está leyendo en realidad, hasta que finalmente dice que es la mejor novela que se escribió en los últimos 20 años y que la publicará”.
Pero la obra, según indicó la poeta, no llegó a publicarse dado que se extravió, por lo que el uruguayo debió reescribirla y editarla años más tarde. Quien escribe, considera apropiado citar que Arlt en su juventud, también le entregó a Ricardo Guiraldes -de quien era admirador- “El juguete rabioso” para que el autor de Don segundo Sombra lo conectara con algún editor de la época. Aunque la obra de Arlt no corrió con la misma suerte que "Tiempo de abrazar" y fue editada sin complicaciones y ponderada por Guiraldes.

Un escritor indisciplinado
Maritano reseñó que Onetti le confesó a su amigo Vargas Llosa, que era sumamente indisciplinado para escribir, que lo hacía en una servilleta, por impulso, a cualquier hora y que hasta los metía en los bolsillos y luego, cuando los leía nuevamente, se olvidaba a qué parte del cuento o novela pertenecían.

“Eso es lo que le da a Onetti una prosa muy elíptica y la característica retórica fundamental son los recovecos que deja para que el lector tenga que llenar. Un discurso retórico magnífico y brillante, que pasa de un tiempo a otro y quien lo lee no se da cuenta que los vaivenes fueron hechos con palabras”, consideró la poeta.

viernes, 21 de agosto de 2009

"Geometrías de agosto", cuentos


“La variedad de temas, formas y lenguajes responden a la estructura clásica: conflicto y desenlace. Nos invita a entrar para quedarnos unos minutos en cada cuarto. Cerramos la puerta y luego abrimos otro y otro…”

por Graciana Petrone

“Geometrías en agosto”, de Ediciones Cuenta Conmigo, es el título del libro de cuentos que la escritora María Luisa Siciliani presentó el pasado lunes 13 en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia. El encuentro convocó a numeroso público y estuvo coordinado por Graciela Scialunga, directora de la Editorial. Susana Rozas, autora del prólogo, realizó una disertación sobre la obra y Julio Zaneta leyó una emotiva carta escrita por una amiga de Siciliani desde la ciudad carioca de Sao Pablo. El músico local, Marcelo Gallego, decoró el lanzamiento con la interpretación de melodías acústicas para bajo.


Algunas consideraciones sobre la autora y su obra
María Luisa Siciliani, aunque no es oriunda de Rosario, vivió la mayor parte de su vida en la ciudad. Es coordinadora de talleres de escritura, lectura y reflexión. Su género preferido es la narrativa. Fue miembro fundadora de la revista Torres de Papel y galardonada en diversos concursos literarios. También, co-autora, junto a Marcelo Juan Valenti, de la novela “Paralelo Protervia”.

“Cuentos que forman una geometría bastante sui géneris”, dominados por la “linealidad con que se arman” y concebidos como “una matriz de recuerdos episódicos”, consideró Rozas sobre la obra de Siciliani. Por su parte, la autora indicó que la variedad de temas, formas y lenguajes, responden a la estructura clásica de presentación: conflicto y desenlace: “Nos invita a entrar para quedarnos unos minutos en cada cuarto. Cerramos y luego abrimos otro y otro…”.


Palabras preliminares
La directora del sello editor agradeció al presencia del público y destacó el trabjo desarrollado por la autora en su obra. Luego, Rozas leyó un fragmento de Walter Benjamin: “Cada vez más a menudo se da un silencio embarazoso en un grupo cuando alguien desea que se cuente una historia. Parece que nos hubieran quitado la capacidad que considerábamos inalienables, la incorporada a nuestras seguridades, la capacidad de intercambiar experiencias (…)”.


La llegada al mundo de un libro
Rozas afirmó: “La aparición de un libro es semejante a la de un cometa que irrumpe en el espacio y no es motivo individual y colectivo para que se lo ignore, impidiendo así que circule en el universo real de los lectores”. De la misma manera quien escribe, considera necesario desatacar que el logro de editar un libro significa, para cada autor, un afanoso esfuerzo. Impulsado por la convicción, constituye la cristalización suprema del trabajo desarrollado en forma previa durante un determinado espacio de tiempo, lo que lo convierte en una entidad con vida y nombres propios.

“Tratar de opacar su luz es como querer cerrar las puertas al diálogo. Un libro no se agota con el comentario de un crítico o de varios, sino del diálogo abierto para que, de esta manera, continúe su ciclo y vuelva al origen del primer significado, con la lectura de un nuevo lector y cuando es acompañado de la reflexión, a veces, nos convertimos en cronistas sin sentido alguno para la verdadera crítica.”, agregó Rozas. Más tarde, el maestro de bajo e hijo de la cuentista, interpretó “Mañana de Carnaval”, “Orfeo Negro” y algunos temas de su autoría.


Charla exclusiva con Siciliani


¿Cómo surge Geometrías en Agosto?
Tiene toda una historia…Hace muchos años estaba con mi amiga y escritora, Rosa Fasoliz, en el bar “Augustus” y surgió una conversación sobre los matrimonios bienaventurados. Entonces yo formé un triángulo en un papel y le dije que los matrimonios se componían por tres vértices: el sexo, el dinero y el compincherismo. Con una risa estentórea, Rosita me estimuló para escribir un cuento.


Entonces fue cuando comenzó Geometrías en Agosto…
Yo le dije que no me presione y ella insistió por un tiempo hasta que por fin, el cuento se escribió de una sentada. Se llama “la Geometría” está publicado en la revista Tercer Milenio de la Cultura, ganó el primer premio de las Mujeres Empresarias de la Cultura de San Jorge, aunque no forma parte de este libro.
La Geometría comienza con el relato de un hecho real, que me ocurrió a mí en quinto grado de la escuela primaria. Tuve que pasar a dar una lección de geometría al frente del salón para dibujar un hexágono y me olvidé como hacerlo, presa de un océano mental.


¡A partir de allí aplicó a su vida la geometría!
Justamente a partir de ese cuento comienzo a desarrollar porqué apliqué a mi vida la geometría: el triángulo amoroso donde todos saben lo que pasa y el último en enterarse es el personaje del cuento. Luego, explico el desarrollo de los vértices. En primer lugar el dinero que, cuando es escaso, se ahorra más, se sale menos y las angustias y soledades se compensan con sesiones de buen sexo. Cuando el sexo falla, con un poco de dinero, se buscan un amante y todos quedan contentos. El vértice más duros es el del compincherismo, porque no es lo mismo que el compañerismo: ¡Se es compinche, cuando se comparte a dúo la falta de dinero o de buen sexo!