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lunes, 9 de noviembre de 2009


Graciana Petrone

Y aún temiendo que la venganza posea los dominios, jamás desistimos del deseo de esparcir las mieles por el mundo. Profundamente creímos desposeernos de esta esclavitud de vástago y cuanto más aún intentábamos amarnos, resultaba que amanecíamos sobre un lecho de blasfemias.

¿Quién dijo que los atardeceres sin mentiras son perdurablemente eternos...?

6 comentarios:

  1. Buena reflexión. La verdad siempre por delante Graciana, o ¿lo he entendido mal?. Un beso

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  2. CUANTO MAS AÚN INTENTABAMOS AMARNOS, RESULTABA QUE AMANECÍAMOS SOBRE UN LECHO DE BLASFEMIAS.

    Estos versos tienen el valor de toda una poesía, aún que discrepo en el sentido de que parece te haces culpable de algún pecado, cuando en el amor no hay pecado.

    abrazo

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  3. Graciana, a pesar del dominio de la venganza, no dejemos nunca jamás de esparcir mieles.
    La venganza y el rencor dañan el alma.
    Solo la justicia y la verdad deben tener el dominio. Mientras tanto, sigamos amando aunque a veces las bocas no quieran recibir nuestras mieles.
    Tanto va el cántaro al agua...que algún día saborearán este dulzor.
    cariños
    susy

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  4. ¡Hola Graciana!

    Atardeceres.
    ¡Eternos!
    Quizás no…
    pero sí
    “Perdurables”

    ¡Solo en el tiempo, en el de cada cual…!

    Saludos de J.M. Ojeda.

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  5. Guau, Gra, pasó algo? cri cri cri, fuertes palabras y un relato metafórico ...., debería leer esto mas lentamente para comprenderlo bien..., un beso.

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  6. Hola Graciana te saludo con el gusto de siempre,buena la reflexion pero continuas con tu lado trizte,La Venganza no es buena y mas si esta relacionada con sentimientos,mata el alma y la envenena.
    Perder en el amor y perdonar es terminar una etapa;la venganza es iniciar otra.
    Saludos....Ciao

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