por Graciana Petrone , para http://www.elfisgondigital.com/
“El caos como instante previo y el orden como instante posterior son el compromiso de F., quien ha perdido el rumbo. En su fantasía, el caos le dará tiempo…”.
La historia de Marino F., un hombre a quien que en plena crisis de los 40 le brotan enigmáticas y extrañas obsesiones relacionadas con alterar el correr del tiempo, es la que Pablo Gavazza cuenta en su libro, presentado recientemente, “El Taunus Verde” (Editorial Ciudad Gótica). Un relato singular en la que el autor mezcla argumentos científicos, realismo mágico, realidad, elementos cotidianos y símbolos que portan un alto grado de pertenencia e identidad local como son las rutas santafesinas y un vehículo marca “Ford”. Los sufrimientos y las emociones del protagonista están enlazados de manera tal, que generan una narrativa vertiginosa. El lanzamiento tuvo lugar en el Centro Cultural La Nave, con la participación de Sergio Gioachinni, responsable del sello editor y de la escritora Lidia Morales quien expresó en su exposición: “El caos como instante previo y el orden como instante posterior son el compromiso de F., quien ha perdido el rumbo. En su fantasía, el caos le dará tiempo…”.
Morales comenzó su discurso con la lectura de las palabras de Luciano Trangoni, autor de la reseña que figura en la solapa del libro de Gavazza: “El Taunus Verde es una novela que narra el drama de F, un muchacho obsesionado por forzar el transcurso del tiempo, con argumentos tan ingenuos como conmovedores. La construcción de este personaje, quien se empecina por hacer añicos cualquier convención social, es el principal acierto de esta historia”.
La escritora, quien fue presentadora en el Festival de Poesía de Rosario durante muchos años, citó un claro ejemplo doméstico y cotidiano, cual herramienta de ayuda para que los presentes comprendan la trama que Gavazza desarrolla en su obra: “Es como un montón de trastos y muebles en desuso, amontonados en un rincón de la casa que queda así por unos cuantos días y que hasta que hay que saltarlos para poder pasar”. Y comparó la situación con “una mezcla del pasado y del presente”, de “cosas útiles e inútiles” y “algunas que hasta no deberían haber ocurrido”.
“Una parte necesaria entonces, como consecuencia de ese caos provocado es -según afirmó Morales- que pasado el tiempo había que ordenarlo”. Además de que el período desde que se inició el caos hasta su ordenamiento “fue un tiempo en que la cabeza estuvo haciendo cosas”. “Un tiempo necesario para saber después qué es lo que se debía hacer con el desorden”, aclaró.
Sobre los personajes que rodean a F.
“F. está tan sumergido en el transcurso del tiempo y de los acontecimientos, completamente obsesionado y compenetrado, que muchas veces la concentración le genera omisiones”, dijo Morales. Por lo que indicó que los personajes que rodean al protagonista de la novela contrastan marcadamente con él, ya que no tienen la misma visión de la vida ni soportan su manera de interpretar la realidad.
Gabriela, la novia con quien F. mantiene una relación desde la adolescencia y que lo acompaña en determinadas situaciones e intenta comprenderlo, Caponari, un pintoresco escritor-buscavidas a quien conoce en una estación de servicio sobre la ruta durante una de sus disparatadas aventuras o “el Negro”, su amigo entrañable, son algunos de los personajes que deambulan en el relato de Gavazza. “Son como un coro que resuena a su alrededor y que se acercan a no escucharlo ni acompañarlo”, sostuvo Morales.
Un final que promete diferentes interpretaciones
Coherente con el estilo innovador y secuencial que Gavazza propone en el desarrollo de “El Taunus verde”, Morales indicó que, tras dos lecturas sucesivas de la obra, tuvo dos interpretaciones diferentes: “Posiblemente una tercer lectura genere otra nueva interpretación del final”. “El relato es una mesa de tiempos en distintos formatos, con escenas muy cortas en que el tiempo transcurre rápidamente, otras más largas, generalmente cuando F. está en contacto con la gente y algunas que están contadas como se las espera y luego, como verdaderamente sucedieron”, expresó.
Finalmente consideró apropiado explicar que Gavazza también es poeta, razón por la que sus imágenes tienen un alto grado de condensación. La temática desarrollada en el libro, el particular destilo del autor y la utilización de varias iconografías dentro de una misma oración, conducen, en consecuencia, a una lectura comprometida, acorde con las asimetrías devenidas de la alteración del tiempo.
El libro nº 427 de Ciudad Gótica
Goachinni contó que “El Taunus verde” es el libro nº 467 de la Editorial Ciudad Gótica y expuso su posición sobre las dificultades de los escritores y editores a la hora de publicar sus libros: “El oficio de editor se ha ido perfilando a través del poderío de la gente que está surgiendo en la ciudad con sus voces, que hablan de lo maravilloso y también de lo difícil que resulta vivir acá”.
El editor sostuvo que el libro de Gavazza está escrito con mucha precisión y que contiene un relato con un manejo de los tiempos muy interesante: “Es una novela que se lee rápidamente, como una manera de de que los autores sigan existiendo en nuestra ciudad”. Finalmente, estimó que la obra tendrá una trascendencia mayor y que el acto comunicacional de leer un libro es casi un hecho existencial: “Es porque habla de las cosas que vivimos”.
Breve reseña del autor
Pablo Gavazza nació en la ciudad de Córdoba en 1957. Participó en las revistas alternativas Barlovento y La Lombriz. En 1990, publicó "Poemasaurio" y sus cuentos breves en la revista Puro Cuento y en el Manual Santillana 3 de Lengua y Literatura. En 1994, fue incluido en "La única ciudad", antología de poesía de Rosario.
Su anterior libro, "Amores eternos. Una momia en Rosario", obtuvo el Primer Premio del Concurso de Novela 1997-1998 de la Editorial Municipal de Rosario y UNR Editora, certamen que tuvo como jurados a Angélica Gorodischer, Sergio Delgado y Alberto Giordano.
La historia de Marino F., un hombre a quien que en plena crisis de los 40 le brotan enigmáticas y extrañas obsesiones relacionadas con alterar el correr del tiempo, es la que Pablo Gavazza cuenta en su libro, presentado recientemente, “El Taunus Verde” (Editorial Ciudad Gótica). Un relato singular en la que el autor mezcla argumentos científicos, realismo mágico, realidad, elementos cotidianos y símbolos que portan un alto grado de pertenencia e identidad local como son las rutas santafesinas y un vehículo marca “Ford”. Los sufrimientos y las emociones del protagonista están enlazados de manera tal, que generan una narrativa vertiginosa. El lanzamiento tuvo lugar en el Centro Cultural La Nave, con la participación de Sergio Gioachinni, responsable del sello editor y de la escritora Lidia Morales quien expresó en su exposición: “El caos como instante previo y el orden como instante posterior son el compromiso de F., quien ha perdido el rumbo. En su fantasía, el caos le dará tiempo…”.
Morales comenzó su discurso con la lectura de las palabras de Luciano Trangoni, autor de la reseña que figura en la solapa del libro de Gavazza: “El Taunus Verde es una novela que narra el drama de F, un muchacho obsesionado por forzar el transcurso del tiempo, con argumentos tan ingenuos como conmovedores. La construcción de este personaje, quien se empecina por hacer añicos cualquier convención social, es el principal acierto de esta historia”.
La escritora, quien fue presentadora en el Festival de Poesía de Rosario durante muchos años, citó un claro ejemplo doméstico y cotidiano, cual herramienta de ayuda para que los presentes comprendan la trama que Gavazza desarrolla en su obra: “Es como un montón de trastos y muebles en desuso, amontonados en un rincón de la casa que queda así por unos cuantos días y que hasta que hay que saltarlos para poder pasar”. Y comparó la situación con “una mezcla del pasado y del presente”, de “cosas útiles e inútiles” y “algunas que hasta no deberían haber ocurrido”.
“Una parte necesaria entonces, como consecuencia de ese caos provocado es -según afirmó Morales- que pasado el tiempo había que ordenarlo”. Además de que el período desde que se inició el caos hasta su ordenamiento “fue un tiempo en que la cabeza estuvo haciendo cosas”. “Un tiempo necesario para saber después qué es lo que se debía hacer con el desorden”, aclaró.
Sobre los personajes que rodean a F.
“F. está tan sumergido en el transcurso del tiempo y de los acontecimientos, completamente obsesionado y compenetrado, que muchas veces la concentración le genera omisiones”, dijo Morales. Por lo que indicó que los personajes que rodean al protagonista de la novela contrastan marcadamente con él, ya que no tienen la misma visión de la vida ni soportan su manera de interpretar la realidad.
Gabriela, la novia con quien F. mantiene una relación desde la adolescencia y que lo acompaña en determinadas situaciones e intenta comprenderlo, Caponari, un pintoresco escritor-buscavidas a quien conoce en una estación de servicio sobre la ruta durante una de sus disparatadas aventuras o “el Negro”, su amigo entrañable, son algunos de los personajes que deambulan en el relato de Gavazza. “Son como un coro que resuena a su alrededor y que se acercan a no escucharlo ni acompañarlo”, sostuvo Morales.
Un final que promete diferentes interpretaciones
Coherente con el estilo innovador y secuencial que Gavazza propone en el desarrollo de “El Taunus verde”, Morales indicó que, tras dos lecturas sucesivas de la obra, tuvo dos interpretaciones diferentes: “Posiblemente una tercer lectura genere otra nueva interpretación del final”. “El relato es una mesa de tiempos en distintos formatos, con escenas muy cortas en que el tiempo transcurre rápidamente, otras más largas, generalmente cuando F. está en contacto con la gente y algunas que están contadas como se las espera y luego, como verdaderamente sucedieron”, expresó.
Finalmente consideró apropiado explicar que Gavazza también es poeta, razón por la que sus imágenes tienen un alto grado de condensación. La temática desarrollada en el libro, el particular destilo del autor y la utilización de varias iconografías dentro de una misma oración, conducen, en consecuencia, a una lectura comprometida, acorde con las asimetrías devenidas de la alteración del tiempo.
El libro nº 427 de Ciudad Gótica
Goachinni contó que “El Taunus verde” es el libro nº 467 de la Editorial Ciudad Gótica y expuso su posición sobre las dificultades de los escritores y editores a la hora de publicar sus libros: “El oficio de editor se ha ido perfilando a través del poderío de la gente que está surgiendo en la ciudad con sus voces, que hablan de lo maravilloso y también de lo difícil que resulta vivir acá”.
El editor sostuvo que el libro de Gavazza está escrito con mucha precisión y que contiene un relato con un manejo de los tiempos muy interesante: “Es una novela que se lee rápidamente, como una manera de de que los autores sigan existiendo en nuestra ciudad”. Finalmente, estimó que la obra tendrá una trascendencia mayor y que el acto comunicacional de leer un libro es casi un hecho existencial: “Es porque habla de las cosas que vivimos”.
Breve reseña del autor
Pablo Gavazza nació en la ciudad de Córdoba en 1957. Participó en las revistas alternativas Barlovento y La Lombriz. En 1990, publicó "Poemasaurio" y sus cuentos breves en la revista Puro Cuento y en el Manual Santillana 3 de Lengua y Literatura. En 1994, fue incluido en "La única ciudad", antología de poesía de Rosario.
Su anterior libro, "Amores eternos. Una momia en Rosario", obtuvo el Primer Premio del Concurso de Novela 1997-1998 de la Editorial Municipal de Rosario y UNR Editora, certamen que tuvo como jurados a Angélica Gorodischer, Sergio Delgado y Alberto Giordano.
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