Ex presas políticas realizarán un reconocimiento a los trabajadores de la Martin por acciones que ayudaron a reducir el dolor de las embarazadas secuestradas que eran llevadas allí para el parto
No sólo luchar para “que la justicia llegue a todos los responsables de las acciones más atroces que se llevaron adelante durante la última dictadura” en el país, sino también “agradecer a aquellos que desde su lugar contribuyeron a alivianar el dolor de las víctimas del terrorismo de Estado” e incluso, evitar las apropiaciones de bebés. Ése es el espíritu de un grupo de ex presas políticas que hoy a las a las 19, en la plaza Alicia Moreau de Justo, de Rioja y Moreno, realizará la actividad “La madre que nos parió”. Se trata de un reconocimiento a médicos, enfermeros y personal auxiliar de la Maternidad Martin que las atendieron cuando dieron a luz a sus hijos mientras estaban detenidas.
La actividad es una iniciativa de la Comisión Directiva del Museo de la Memoria que contó con el respaldo de la comisión de Derechos Humanos y el Instituto Municipal de la Mujer (IMM). Además, fue declarada de interés por el Concejo Municipal de Rosario, que explica mediante decreto que el objetivo es reconocer a los trabajadores del centro de salud “quienes por sus gestos de dignidad humanizaron el dar a luz de detenidas políticas de la ciudad durante el terrorismo de Estado”.
Durante el acto, las madres compartirán sus experiencias, se expondrán réplicas de algunos dibujos y artesanías que ellas mismas hicieron para sus bebés mientras estaban presas. “Porque estábamos lejos de ellos y esa era la manera de comunicarnos o estar presentes de alguna manera”, explicó Marta Ronga, víctima del terrorismo de Estado y una de las impulsoras de la actividad. También actuará el grupo Payasos por la Identidad y la cantante Alejandra Manzur, quien nació en la Martin mientras su madre, Marta Bertolino, estaba detenida.
Ronga destacó los gestos de solidaridad de médicos y enfermeras de la maternidad, algunos ínfimos pero que mostraban marcados rasgos de compromiso ético. “No hay que olvidar que las condiciones en las que llegábamos eran infrahumanas para atravesar un parto, y una sola palabra de afecto o simplemente que llamaran a nuestros familiares para contarles de manera clandestina que nuestros hijos habían nacido hacía que la situación no fuera tan angustiante”, dijo.
Una de las mujeres que compartirá su historia es María Josefa Dal Dosso, quien en vísperas del golpe de Estado de 1976 se desempeñaba como abogada de la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución. “Es que salimos de la cárcel vivos pero maltrechos”, dijo la mujer, que estuvo detenida desde el 20 de marzo de 1975 hasta mediados de 1979. Y consideró que en Villa Constitución “se hizo un ensayo de lo que pasaría un año después en Argentina”.
A partir de su detención, la vida de María se derrumbó. Fue derivada a la Jefatura en Rosario y su esposo, a la cárcel de Coronda. Fue en ese proceso que se entera que estaba embarazada. Sólo le permitieron hacerse dos controles médicos y así el 28 de diciembre de 1975 nació María Soledad. “Estuvo conmigo hasta los nueves meses en el Penal Nº 5 de Mujeres. Después me mandaron a la cárcel de Devoto y ahí se hizo cargo mi familia hasta que fui liberada”, dijo. María espera que llegue el momento del acto por el cual retribuirán, al menos de manera simbólica, a quienes ayudaron a las mujeres detenidas cuando dieron a luz. “No tiene que quedar acá, hay que seguir trabajando por el nunca más. Pero nunca, nunca más”, enfatizó.
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